El pasado día 25 de noviembre se presentó la Guía Michelin 2010, en el restaurado y "de moda" Mercado de San Miguel. No vamos a dar cuenta aquí de la presentación de esta nueva edición de la Guía Michelin y del Centenario celebrado con una opípara fiesta, ya que los medios de comunicación se han ocupado por todo lo amplio. Pero queremos dejar constancia de tal hecho. Sobre todo porque con la edición de tal Guía 2010 se entrega como obsequio la primera edición de 1910. La Guía de 1910 poco tiene que ver con la actual, salvo en las intenciones de ayudar al viajero. Todavía entonces no se concedían las famosas estrellas que en la actualidad son tan valoradas.
Dicha presentación nos trae a la memoria algunos otros aspectos que pretendemos que sirvan de adorno a este post:
1) La fiesta se celebró en el Mercado que se encuentra a pocos metros del establecimiento de pastelería, también centenario, La Mallorquina, desde 1894, donde Teodoro Bardají empezó a trabajar en Madrid y cultivó la confitería y la pastelería, base primordial de los grandes cocineros.
2) Al abandonar la fiesta del Centenario y pasear por las calles vecinas, era obligado recordar que también hace poco más de cien años se iniciaba la apertura de la Gran Vía madrileña.
3) En 1910 se edita ya la tercera edición de "La cocina práctica" de Picadillo, Manuel-María Puga y Parga, aparecida en 1908, aunque es a partir de esta 3ª edición donde el autor amplía y cuida de manera notable lo que será prácticamente la edición definitiva, dada su muerte prematura en 1918.
4) Para relajar el espíritu tras tantos avatares "michelinianos" está bien releer el prólogo de la Pardo Bazán a la obra de Picadillo, y escuchar la octava sinfonía de Gustav Mahler que también hacía cien años que se había estrenado.
5) Hay muchos más acontecimientos que "cumplen" en esa misma fecha como los primeros abstractos de Kandinski, o la aparición del primer volumen de la Enciclopedia, popularmente conocida como "el Espasa". Y más y más cosas. Y obras, como "El amor de los amores", (Madrid,1910),-bien estudiado y reivindicado por nuestro amigo Juan-Carlos Ara(1996)-, Ricardo León, quien, malagueño-nacido-en-Barcelona, éscribió: "Me cautiva en arte cuanto expresa profundidad interior, fuerza lírica, ímpetu jubiloso o desesparado de las almas". "Por nacimiento, por sentimiento, por imaginación y carácter, soy hombre del Mediterráneo. Málaga me transfundió en el alma y en la sangre el júbilo de su sol, de su cielo y de su mar, de sus vinos ardientes y sus ímpetus pasionales. Y también su melancolía"
6) En estos años Teodoro Bardají ya es todo un profesional bien asentado en Madrid, con sus intensos veintiocho años, buena cultura autodidacta bajo el brazo, con el francés aprendido, colaborando en las publicaciones de I. Domènech, con quien se había conocido en 1906 en la Biblioteca Nacional y con quien selló una amistad hasta la muerte. Bardají ya había estado poniendo a punto las cocinas del Hotel Oriente y del Europa (1907) de Zaragoza para la Exposición "Hispano-francesa" de 1908.
La Guía Michelin de 1910 poco dice de este Madrid. Cuatro hoteles (en el de la Paix, estuvo Bardají) y mucho distribuidor de ruedas. El "Europa" de Zaragoza también se citaba en 1910. Pero entonces la Guía no pensaba o daba indicaciones sobre las buenas mesas para viajeros, que las había. Hubiera citado a Botin, como hace en las ediciones actuales. Aunque ni entonces ni ahora dicen nada de la Casa Restaurante Lhardy, cuyas paredes encierran buena parte de la historia de Madrid, y de España. Incomprensible obcecación de los actuales regidores de la Guía para no incluir a un restaurante fundado en 1839 por ¡un francés!
Dicha presentación nos trae a la memoria algunos otros aspectos que pretendemos que sirvan de adorno a este post:
1) La fiesta se celebró en el Mercado que se encuentra a pocos metros del establecimiento de pastelería, también centenario, La Mallorquina, desde 1894, donde Teodoro Bardají empezó a trabajar en Madrid y cultivó la confitería y la pastelería, base primordial de los grandes cocineros.
2) Al abandonar la fiesta del Centenario y pasear por las calles vecinas, era obligado recordar que también hace poco más de cien años se iniciaba la apertura de la Gran Vía madrileña.
3) En 1910 se edita ya la tercera edición de "La cocina práctica" de Picadillo, Manuel-María Puga y Parga, aparecida en 1908, aunque es a partir de esta 3ª edición donde el autor amplía y cuida de manera notable lo que será prácticamente la edición definitiva, dada su muerte prematura en 1918.
4) Para relajar el espíritu tras tantos avatares "michelinianos" está bien releer el prólogo de la Pardo Bazán a la obra de Picadillo, y escuchar la octava sinfonía de Gustav Mahler que también hacía cien años que se había estrenado.
5) Hay muchos más acontecimientos que "cumplen" en esa misma fecha como los primeros abstractos de Kandinski, o la aparición del primer volumen de la Enciclopedia, popularmente conocida como "el Espasa". Y más y más cosas. Y obras, como "El amor de los amores", (Madrid,1910),-bien estudiado y reivindicado por nuestro amigo Juan-Carlos Ara(1996)-, Ricardo León, quien, malagueño-nacido-en-Barcelona, éscribió: "Me cautiva en arte cuanto expresa profundidad interior, fuerza lírica, ímpetu jubiloso o desesparado de las almas". "Por nacimiento, por sentimiento, por imaginación y carácter, soy hombre del Mediterráneo. Málaga me transfundió en el alma y en la sangre el júbilo de su sol, de su cielo y de su mar, de sus vinos ardientes y sus ímpetus pasionales. Y también su melancolía"
6) En estos años Teodoro Bardají ya es todo un profesional bien asentado en Madrid, con sus intensos veintiocho años, buena cultura autodidacta bajo el brazo, con el francés aprendido, colaborando en las publicaciones de I. Domènech, con quien se había conocido en 1906 en la Biblioteca Nacional y con quien selló una amistad hasta la muerte. Bardají ya había estado poniendo a punto las cocinas del Hotel Oriente y del Europa (1907) de Zaragoza para la Exposición "Hispano-francesa" de 1908.
La Guía Michelin de 1910 poco dice de este Madrid. Cuatro hoteles (en el de la Paix, estuvo Bardají) y mucho distribuidor de ruedas. El "Europa" de Zaragoza también se citaba en 1910. Pero entonces la Guía no pensaba o daba indicaciones sobre las buenas mesas para viajeros, que las había. Hubiera citado a Botin, como hace en las ediciones actuales. Aunque ni entonces ni ahora dicen nada de la Casa Restaurante Lhardy, cuyas paredes encierran buena parte de la historia de Madrid, y de España. Incomprensible obcecación de los actuales regidores de la Guía para no incluir a un restaurante fundado en 1839 por ¡un francés!
No hay comentarios:
Publicar un comentario